Incendios forestales en Sololá


Por: Dra. Monica N. Orozco
E-mail: mnorozco@uvg.edu.gt

Según el INAB, solo en lo que va del año 2017, se han reportado 6 incendios forestales en el Departamento de Sololá, los cuales han afectado a más de 147 hectáreas de bosque y amenazan la frágil biodiversidad del departamento, sin mencionar el peligro que representan a la infraestructura y la población sololateca. Esta cifra no refleja los otros incendios en pastizales y rozas que se han detectado en este período, lo que aumenta la cifra de incendios en la región.

Un informe presentado por CONAP, INAB, CONRED y el MARN, sobre el Sistema de Información Geoespacial para el Manejo de Incendios en la República de Guatemala (SIGMA-1), el cual contó con el apoyo de la NASA, reveló que Guatemala está catalogada como uno de los países más afectados por los incendios en toda Mesoamérica.

Los incendios forestales raramente son espontáneos. En la mayoría de los casos son ocasionados por la actividad humana irresponsable ya sea accidental o criminal. La conversión de tierras forestales a tierras para uso agrícola y pecuario, la quema de pastizales o las llamadas -rozas- y la irresponsabilidad de las personas son las causas principales de los incendios en Guatemala. Las alteraciones climáticas actuales, en donde se han incrementado las temperaturas ambientales, hay falta de lluvia y baja humedad, así como los fuertes vientos que se han experimentado en esta época, aumentan el riesgo de incendios.

Sin embargo, los incendios son como una espada de dos filos. Por un lado, los incendios de baja intensidad pueden ser beneficioso para el bosque ya que eliminan plagas, proveen nutrientes al suelo y regeneran los ambientes forestales. Por el otro lado, aumentan la erosión de suelos, matan flora y fauna del bosque, aumentan la contaminación ambiental, y ponen en riesgo a la población en general.

La actual situación que vive Sololá en relación de los incendios que lo aquejan es un buen momento para reflexionar sobre cómo nuestras acciones impactan a los recursos naturales del departamento. Es posible que nuestras prácticas agrícolas y de vida estén amenazando sin querer los bosques de la región. Este es un buen momento para detenernos y pensar cómo, como individuos y comunidad, podemos reducir los riesgos de incendios forestales y proteger nuestro patrimonio natural.

Descargar: Transición de la quema a la práctica de no quema