Estrategias de aprendizaje para la educación ambiental


Por: M.A. Juan Carlos Villatoro
E-mail: jcvillatoro@uvg.edu.gt

Para la enseñanza de las ciencias ambientales, y por ende de utilización en la educación ambiental, se cuenta con varias estrategias de aprendizaje que se describen de manera breve como una introducción al tema, a continuación:

Los senderos interpretativos: Son recorridos peatonales de una sola vía por medio de los cuales los recursos naturales renovables y no renovables son utilizados para información y formación del ser humano. Generalmente están ubicados en áreas protegidas. Su importancia radica en su función educativa y el fomento del ecoturismo sostenible. Pueden diseñarse para la observación, investigación y el registro de flora y fauna de una región específica, para promover el buen manejo de los recursos naturales.

Experiencias directas: Experiencias directas: Las posibilidades de observar seres y procesos en su medio natural son variadas, ya que existen diversidad de lugares en donde el alumno puede adquirir experiencias sin grandes dificultades. Entre estas se encuentran: el patio y los alrededores de la escuela, un jardín, un área verde, un bosque, un río, un arroyo, una laguna, una granja, una colmena, un vivero, un huerto escolar, la orilla de un camino, un campo de cultivo y por supuesto el Lago Atitlán.

Aula laboratorio: El aula debe ser concebida como una continuidad de la naturaleza, cuando no existe la posibilidad de realizar el aprendizaje en el ambiente natural donde se encuentran los seres vivos y se desarrollan los procesos ecológicos.

El aula puede disponer de espacios adecuados en donde el estudiante descubra, compruebe y controle diferentes hechos y procesos con una participación dinámica, individual o en grupo, según las actividades de experimentación científica. Las etapas de experimentación desarrolladas con dedicación, curiosidad y perseverancia, muestran una metodología que lleva a los estudiantes a enfrentar problemas que permiten una educación científica real.

Experiencias simuladas: Consiste en llevar al aula una situación de aprendizaje, que representa un ambiente particular en el que se desenvuelven determinados seres vivos. Así, se ejemplifica en proporciones reducidas, el hábitat en donde se desarrollan plantas y animales, facilitando la observación de procesos vitales y las relaciones que se establecen entre estos y el ambiente (2,3).

La elaboración de recursos didácticos: Es una actividad de gran valor formativo para los estudiantes, ya que desarrollan habilidades y destrezas, a la vez que adquieren conocimiento específico sobre un tema. Es importante recuperar materiales orgánicos e inorgánicos de la naturaleza como recurso didáctico. También utilizar los materiales de deshecho, los cuales aparentemente carecen de valor, pero al ser re-usados en el aula se fomenta la aplicación de las 3R para el manejo integral de desechos sólidos.

El mapa conceptual: Busca una representación en forma de diagrama que organiza información. Parte de una palabra o concepto central alrededor del cual se organizan cinco a diez palabras relacionadas al mismo. Cada una de estas palabras puede convertirse en un concepto central y así seguir agregando ideas.

Las palabras asociadas a un concepto central deben unirse con líneas direccionales (flechas en cualquier dirección) sobre las cuales se coloca una palabra que las conecta y promueve sentido a la totalidad del mapa conceptual. Las conexiones entre los otros conceptos se organizan en niveles jerárquicos que se mueven de la general a lo específico.

Así, el mapa conceptual consiste en una representación gráfica que permite organizar, construir, visualizar y hacer comprensible la información, las ideas o conceptos respecto de un tema dado. Existen dos tipos: tipo lineal, donde las ideas se organizan de lo más importante a lo menos importante y tipo tela de araña, donde las ideas se organizan alrededor de la idea central.

La Micro-enseñanza: Se basa en un modelo de curso reducido en el manejo del tiempo. Esta técnica permite al docente mejorar su desempeño y aplicar algunas habilidades básicas como:

Comunicación para el aprendizaje, habilidad para hacer preguntas, lógica de integración temática y carácter práctico.

Los objetivos de la microenseñanza son: a) Reflexionar y evidenciar sobre las conductas verbales y no verbales que tienen incidencia en las personas que nos observan cuando se desarrolla el proceso de aprendizaje; b) Promover la crítica constructiva propia y de los demás, para formar profesionales comprometidos con la formación sistematizada.